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En general no me gustó, aunque es entretenida. No hay investigación al uso como en novelas anteriores de la misma serie. Yngvar, el marido de Inger Johanne, que es el policía, no interviene en la historia más que como marido. Es un poco raro todo. Durante toda la novela crees saber quién es el asesino, pero al final no es así.
Y, hablando del final, la historia acaba tan mal que te deja un malestar bastante importante. No voy a concretar para no estropear el desenlace pero te quedas pensando en lo injusta que es la vida con algunas personas y el papel tan importante que tienen las escaleras para esas mismas personas. Quizás alguien que haya leído toda la serie, sabiendo que esta es la última novela, pueda deducir cómo acaba y por qué.
Resumiendo: deja mal cuerpo y no digo más.