This post is also available in:
Hacía mucho tiempo que no leía una historia tan bonita y, a la vez, tan triste. Todo el tiempo estuve acordándome de “Los Tres Mosqueteros”, “Veinte años después” y el “Vizconde de Bragelonne”. Es, en el fondo, la historia de una gran amistad que termina trágicamente.
Es de esos libros que conmueven y, a pesar de ser triste, hay momentos en los que sonríes e, incluso, ríes. Los personajes son estupendos, siendo el mejor, desde mi punto de vista, Hillel, que no tiene desperdicio; incluso los secundarios como Leo o el director Burdon.
Una gran historia muy bien contada.
Deja una respuesta