Muerte blanca – Unni Lindell

Mejora con respecto a las anteriores: La trampa de miel y El ángel oscuro.

Los personajes son más creíbles a medida que avanzamos en la serie. En esta ocasión, la protagonista está personalmente ligada a la investigación ya que la víctima es su protector y, además, el director de la policía judicial. Precisamente por ese motivo la apartan de la investigación pero, como siempre, hace caso omiso de las órdenes y es ella la que al final resuelve el caso.

La relación con su jefe inmediato, Cato Isaksen, aunque mejorando, sigue siendo bastante tensa.