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Aunque parezca que últimamente he hecho mucho el vago, no es así. No he escrito reseñas pero he estado leyendo. Lo que pasa es que para ponerse a escribir, aunque no sea una novela, hay que tener ganas y tiempo. Además, dos de los libros no fui capaz de leerlos; no sé si es que no estaba yo motivada pero he decidido dejarlos para más adelante.
El primero, después de los intentos fallidos, es éste: El cadáver con lentes. La autora fue contemporánea de Agatha Christie y una de las clásicas del género. Sus novelas más famosas tienen como protagonista a Lord Peter Wimsey, vive de rentas pero se dedica, por afición, a las actividades detectivescas.
Esta novela es la primera de la serie protagonizada por Wimsey que, para mi gusto, es demasiado pomposo. Tiene un amigo policía que le pide consejo y que es como el Watson de Sherlock Holmes. Su mayordomo también participa de las actividades de su señor, dedicándose al trabajo forense (fotografías, huellas dactilares, etc.). Me gusta, sobre todo, el personaje de la madre de Wimsey, Duquesa viuda de Denver, que apoya a su hijo y le sigue la corriente.
Con este conjunto, me esperaba un poco más del libro, pero no quiero decir que no me haya gustado. Es muy del estilo de Agatha Christie, aunque se queda un pelín por debajo. La trama es buena y original, y aunque el final es previsible, no se pierde el interés. La impresión general es que la autora aún estaba un pelín verde.
Algo que me chocó bastante es que la novela consiste prácticamente en muchos diálogos, pensamientos y razonamientos silenciosos de los protagonistas, y muy pocas descripciones, sólo las justas. O sea, va al grano sin perderse por las ramas rellenando páginas y páginas que sobrarían. Muy de agradecer.
Pienso leer más libros de la serie y espero que sean como o mejores que éste. Ya os contaré.