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Mantiene el nivel de la anterior, Echoes from the Dead, pero resulta bastante diferente.
Ésta no es exactamente una novela policíaca. Sí, hay una muerte que es tratada como un accidente, aunque al final resulta ser un asesinato, y una serie de robos que no tienen ningún misterio porque el lector sabe desde el principio quienes son los ladrones.
La policía que investiga los robos es la sobrina-nieta del protagonista de la primera novela, Gerlof, un anciano que vive en una residencia. Y es por él por lo que se decide a investigar, aunque no muy profundamente, la muerte que resulta ser asesinato. Pero esto no se resuelve hasta el final, y no es la trama principal. Además es Gerlof el que lo resuelve.
Fundamentalmente, el libro va de fantasmas, las visiones y sensaciones sobre éstos que tienen el viudo y la hija de la asesinada, y las misteriosas historias que se cuentan sobre su casa en Eel Point. O sea, que en realidad no hay suspense, por lo menos lo que se entiende estrictamente por novela de suspense, pero sí misterio.
De todas formas me gustó tanto como la primera. Engancha, es entretenida hasta el final y éste no te lo imaginas ni por asomo, aunque tampoco es que sea demasiado espectacular, ya que el autor no te da una base para hacerlo.
Recomendable.
Ya que la primera novela está traducida y publicada aquí en España, supongo que no tardarán en hacer lo mismo con ésta.