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Creí que iba a ser una cosa lacrimógena y rosácea, del tipo de la protagonista de la serie televisiva “Entre Fantasmas”, “Mirinda” Gordon. Nada más lejos de la realidad; aunque la función de ambas protagonistas es, básicamente, la misma, en el caso de este libro hay suspense real y un gran sentido del humor; no empalaga y resulta muy divertida.
La parte “amorosa”, la novela está calificada como suspense romántico, es más bien una especie de relación de la protagonista con un ser de otro mundo, marcado igual que ella, pero no demasiado bueno.
Pienso leer la segunda, a ver si mantiene la calidad de la primera.